De la Fortaleza a la Inteligencia

Las empresas deben pasar de la fortaleza a la inteligencia, adoptando una cultura de trabajo sostenible que impulse la mejora continua, la resiliencia y la adaptación estratégica ante los desafíos globales.

Denis Alemán- Presidente ejecutivo

11/11/20251 min read

De la Fortaleza a la Inteligencia

Antes que la pandemia del COVID 19 viniese a cambiar todo en el 2020, las empresas de todos los sectores de la economía mundial traían excelentes tendencias de desempeño financiero, social y ambiental, lo que denotaba la fortaleza de cada una en el ranking de las mejores.

Las crisis son parte de la naturaleza en la que vivimos, por eso debemos interiorizar lo que dijo Pablo Neruda: ¨Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera¨.

Debemos girar la estrategia de gestión: de fortaleza a inteligencia. Para ello, será necesario responder ¿Existe una cultura de trabajo sostenible en mi empresa, ante el desafío de ser más y mejor productivo cada día en el entorno actual y futuro de corto y mediano plazo?

Para ser una empresa de gran escala en medio del actual panorama global, se necesita una cultura obsesiva en ser mejor cada día de parte de todos sus miembros, desde el gobierno corporativo (los dueños), alta gerencia (Gerencia General), mandos medios (Casa Matriz) y equipos operativos (quienes están de cara al cliente).

Si no existe una cultura de trabajo sostenible y un equipo de profesionales no obcecados, debe haber una metamorfosis, como lo hace la uruga al convertirse en mariposa.

Las crisis que vivimos ahora es el capullo para que la uruga se transforme en mariposa y marque la diferencia en el mercado. Esto implica que, si caes, trata que sea hacia adelante, donde puedas ver donde caerás, levántate y sigue adelante en tú progreso profesional, familiar y empresarial.

Tener una cultura de trabajo sostenible, implica ser más receptivos a los deseos y necesidades de los clientes que impulsan a la empresa.

Finalmente, tengamos presente que las empresas y las personas, cosechamos lo que sembramos. La calidad productiva dependerá del seguimiento de su evolución, cuido y alimentación.

Pongámonos las pilas en mejorar los procesos y ajustar los asuntos estratégicos de la empresa.